Es posible que en alguna ocasión te hayas preguntado si existen diferentes tipos de registros sanitarios. La realidad de esto es que podemos encontrar diferentes clases de registro en función del contexto en el que nos encontremos. Es decir, no son los mismos trámites los que debemos hacer cuando tratamos un producto en concreto o cuando se va a comercializar en un entorno específico. Todo influye.
Para poder entenderlo mejor y analizar los diferentes escenarios en los que podemos llegar a vernos, vamos a utilizar este artículo como referencia o modelo a la hora de coger experiencia.
¿Qué es el registro sanitario?
Cuando hablamos de registro sanitario hacemos referencia al conjunto de trámites que debemos realizar cuando queremos verificar la seguridad de un producto. Es decir, supongamos que somos una empresa que trabaja con productos sanitarios. Los compra a un proveedor y los vende a los clientes que tiene en una determinada zona.
En este caso, es primordial que la empresa se encargue de comprobar que todos los productos cumplen con la reglamentación pautada por las autoridades. El modo de hacerlo es mediante nuestro proveedor y esto se debe a que es la persona que debe encargarse de controlar todo este tipo de variables.
Desde Índico, damos mucha importancia a todos estos trámites pues en caso de que se pase algo por alto alguno de ellos, la empresa puede verse involucrada en diferentes problemas.
¿Cuáles son los tipos de registro sanitario que existen?
Teniendo en cuenta el número de productos que podemos llegar a encontrar en el mercado, te puedes imaginar que por consiguiente, existirán diferentes tipos de registros sanitarios. En concreto podemos encontrar registro sanitario para:
- Fabricantes: se trata del primer eslabón de la cadena. Básicamente porque son el primer grupo que va a estar en contacto con el producto.
- Empresas: básicamente este grupo desempeñan una función tan simple como es comprar el producto a los fabricantes y venderlo a otras empresas.
- Empresas que deben finalizar el producto: en este caso, aunque como en el caso anterior deben comprar los productos al fabricante, también deben de finalizar el proceso de elaboración. Por ejemplo, poniéndoles un envasado concreto o cualquier tipo de modificación similar.
¿Cuáles son los productos que más controlados suelen estar?
Es cierto que dependiendo del tipo de producto que nos encontremos, podemos encontrar diferentes tipos de trámites o procesos. En nuestro caso particular, los servicios que solemos proporcionar a nuestros clientes suelen estar asociados a:
- Cualquier tipo de producto relacionado con la cosmética.
- En todos los medicamentos. Básicamente porque van a introducirse dentro del organismo de los pacientes y en caso de que no se encuentren en condiciones óptimas pueden llegar a agravar la situación.
- Los productos sanitarios, independientemente de la clase a la que pertenezcan. El motivo no viene a ser más de lo mismo.
- Aunque parezca mentira, los productos dietarios también deben estar sujetos a este tipo de regulación por el bienestar de los clientes.
- Cualquier alimento independientemente del grado de peligro que pueda llegar a tener, es decir, alto medio o bajo.
- Incluso algunas bebidas también deben ser analizadas para poder verificar que cumplen con todos los requisitos pautados.
Pasos para conseguir el registro sanitario
En cuanto a los pasos que debemos de seguir a la hora de conseguir los registros sanitarios, es muy importante que tengamos en cuenta que el procedimiento que vamos a llevar a cabo puede variar y dependerá de:
- Productos de origen animal: una vez entregados los documentos necesarios para conseguir los permisos, se comprobará de forma periódica si los procesos cumplen con los protocolos pautados.
- Producto de origen no animal: en estos casos como no es necesario realizar tantos trámites, una vez queda solicitada la licencia, la empresa ya puede comenzar a vender sus productos.
- Venta directa: enfocado especialmente a los pequeños comercios. En estos casos, como sucede en el caso anterior, una vez solicitada la petición de solicitud, será posible comenzar a vender los productos.
Aunque parezca mentira, es necesario que llevemos a cabo un estudio de todas las variables que pueden influir en nuestra empresa. Es decir, atendiendo a la tipología de la empresa, debemos de tener claro lo que debemos hacer y en caso de que no lo sepamos, que no nos tiemble el pulso a la hora de contar con los servicios de profesionales como Índico, los cuales podrán explicarnos claramente los tipos de registro sanitario que existen.