La homologación ce es uno de los requisitos necesarios que deben cumplir los productos que se van a vender dentro de la Unión Europea. Basta con pensar en todas los productos que se comercializan día a día en el mercado europeo. ¿Qué pasaría si no se les atribuyera un control especial? La respuesta creo que es muy simple, habría un descontrol enorme.
Por este motivo se atribuye tanta importancia al marcado CE. Se podría decir que se encarga de demostrar que un producto ha pasado por diferentes procesos de evaluación y considera que cumple con todos los requisitos necesarios para ser vendido. Es decir, es seguro, cumple los requisitos de sanidad y protección del medio ambiente.
¿Se puede vender productos que no tengan el marcado CE?
Aunque parezca mentira, únicamente resulta obligatorio conseguir el marcado CE para aquellos productos que se encuentren bajo las especificaciones de la UE. En estos sí que resulta obligatorio la colocación del marcado CE.
Imagino que ahora mismo estarás pensado por qué solo sucede dentro del territorio europeo y efectivamente es extraño pero a la vez tiene todo el sentido del mundo. Realmente en el resto del mundo pueden tener unas normativas muy diferentes a las que encontramos en Europa. Esto se traduce en que la fabricación del producto puede verse afectada o modificada de tal forma que no cumpla con los requisitos europeos.
Para poder cumplir con todas las leyes, los fabricantes deben asegurarse de que todos los parámetros a tener en cuenta son los correctas.
Eso sí, existen algunos casos especiales donde el fabricante puede eximirse de la culpa en caso de que haya algún problema. Imaginemos el caso de que una empresa decide comprar a un comprador extranjero una cantidad de productos. Esta, deberá hacerse cargo una vez se de por finalizada la compra, de verificar que todos los productos y la documentación que le acompañe es la adecuada. De esta manera, en caso de surja algún problema, el fabricante no tiene ningún tipo de responsabilidad.
¿Es fácil conseguir la homologación ce?
Muy bien, ya sabemos qué es pero, ¿cómo se consigue?
- Hay que garantizar que el producto cumple con todos los requisitos que son necesarios para comercializar dentro de la UE.
- Para poder conseguir una verificación, puede realizarse de forma autónoma. En caso de que de esta forma no sea posible, se puede recurrir a un organismo notificado para que se encargue de ello.
- Una vez conseguido, todo el proceso debe quedar correctamente documentado mediante un expediente técnico. De todos modos, os recomendamos que estudies muy bien la documentación técnica que hay que presentar pues os pueden echar para atrás la solicitud fácilmente en caso de que falte algún documento.
- Finalmente, se redactará y posteriormente se firma una declaración UE de conformidad.
Como os comentaba anteriormente, es muy importante que se cumplan todos estos pasos de la forma correcta. En caso de que exista algún fallo, o que falte algún documento, es muy probable que no se pueda conseguir el marcado CE.
¿Hay que pagar tasas?
En este caso podemos encontrar dos escenarios totalmente diferentes:
- Evaluación independiente: en el caso de que se proceda a realizar la evaluación de los productos por cuenta propia, el interesado no tiene por qué pagar ninguna tasa.
- Evaluación mediante terceros: si no existe la posibilidad de realizar esta evaluación de manera independiente, será necesario acudir a los servicios de un organismo notificado. Este, cumplirá con todas las especificaciones de la UE aplicables al producto pero, será necesario el pago de las tasas. En cuanto al precio de estas, puede variar en función del procedimiento de certificación que aplique o la complejidad del producto.
¿Cómo se coloca el marcado CE?
Una vez conseguimos superar todos los trámites legales, podemos proceder a marcar todos los productos. Básicamente, la única condición que se presupone es la de que resulte visible, legible e indeleble.
El marcado CE, consta de las iniciales «CE». Por tanto ambas letras deben de poder observarse de forma sencilla. La proporción que tienen debe ser semejante, pero la formas pueden variar en cuanto a color o hueco se refiere.
En el supuesto de que sea inviable colocar el marcado en el propio producto, puede colocarse en el embalaje en el que se transporta. Y en su defecto, puede colocarse en la documentación que lo acompañe. Como veis, siempre existe una alternativa para poder indicar que dicho producto se ajusta a las directivas y reglamentos de la UE.
Pese a que podríamos dar mucha más información, creo que queda lo suficientemente claro como debe realizarse este trámite. En caso de que tengas cualquier tipo de duda, no dudes en preguntarnos sobre la homologación ce.