Sin duda, todas las personas que estamos leyendo este artículo han tenido un resfriado en algún momento de su vida. Sí que es cierto que existen algunas personas a las que les puede pegar mucho más fuerte que a otras, pero en ambos casos el protocolo de actuación es el mismo.

Por tanto, en el siguiente artículo, vamos a analizar todas las precauciones que debemos tener en cuenta a la hora de afrontar este tipo de patología. Aunque sí que es cierto, que en todo momento debemos contar con las recomendaciones del profesional sanitario al que visitemos.

¿Qué es un resfriado?

Todos hemos experimentado alguna vez a lo largo de nuestra vida un resfriado. Por tanto, la definición no tiene por qué pillarnos desprevenidos: “se trata de una infección viral cuyo origen se encuentra en el aparato respiratorio”.

Por tanto, teniendo en cuenta que el sistema que más se va a ver afectado es el respiratorio, los síntomas más claros de un resfriado serán:

  • Tos y estornudos debido al colapso de las vías respiratorias por la mucosa.
  • Fiebre o en caso de que sea más leve, dolor de cabeza.

¿Cuándo puedo saber si estoy resfriado?

Este tipo de virus no se manifiesta de un día para otro. Atendiendo a la ciencia, podemos observar como el período de incubación puede llegar a durar entre 2 y 3 días. Pero, prácticamente desde el minuto 0 podemos ser conscientes de que nos vamos a poner malos, más que nada porque se suele repetir los mismos síntomas.

Eso sí, en algunos casos se suele confundir con gripe, puesto que siguen un proceso un tanto semejante. Pero, por suerte, podemos salir de dudas rápidamente puesto que el periodo de incubación de la gripe es menor. No suele tardar más de 2 días en aparecer.

¿Qué factores intervienen a la hora de contraer un resfriado?

Siempre se ha dicho que el frío es uno de los mayores factores que puedan influenciar este tipo de patología. La típica frase de: “no te olvides la chaqueta que luego refresca” empieza a cobrar sentido, ¿verdad?

La realidad de esto, es que se ha demostrado recientemente que en función de la temperatura en la que se encuentre nuestro cuerpo, la respuesta que puede tener varía. Pero, ¿por qué sucede esto?

Científicamente podemos contestar a esta pregunta de la siguiente manera: al disminuir la temperatura de nuestro cuerpo, una de las proteínas más importantes de nuestro cuerpo a la hora de responder a este tipo de patologías, se ve claramente deñadas. Se podría decir que pierden su funcionalidad.

De esta manera, cuando el sistema inmunitario se ve afectado, es cuando el virus intenta propagarse por el cuerpo del paciente con la esperanza de que ningún receptor funcione de forma correcta y lo puede interceptar.

Por otro lado, otro factor que va hilado al frío, es el calor. Cuando hace mucho frío, la gente intenta pasar más tiempo en espacios cerrados. Con esto, el foco de contagio se centra en una zona cerrada, lo que facilita este proceso.

¿Cómo podemos combatirlo de forma natural?

Obviamente cuando acudimos a un médico, nos recetará en función del estado en el que nos encontremos, un fármaco u otro. Sin embargo, en caso de que no sea muy grave la afección, podemos llegar a combatirlo desde nuestra casa siguiendo una serie de pautas.

Muchos estudios han demostrado que el consumo de alimentos ricos en vitamina C es fundamental para poder conseguir un sistema inmunológico fuerte, aunque muchos otros lo desmienten.

En cualquier caso, se trata de un elemento clave para cualquier tipo de función antinflamatoria, además de contar con innumerables funciones antioxidantes. Por tanto, aunque no sirva para poder prevenir un resfriado, sí que puede tener una gran función a la hora de reducir el tiempo que dure.

Como recomendaciones generales, el consumo de caldos o alimentos calientes y que tenga una fácil digestión, pueden ser reconfortarles para el paciente. Aunque no tienen por qué tener un efecto inmediato.

Recomendaciones generales

Como recomendaciones generales que podemos dar a cualquier persona que esté pasando por un proceso como este son:

  • Acudir al médico para que sea él quien se encargue de valorar la gravedad de la situación y si, realmente es necesario tomar cualquier tipo de medicamento. Lo que nunca podemos hacer es auto medicarnos pues lo más probable es que empeoremos la situación aún más.
  • Intentar alejarnos lo máximo posible de cualquier persona, por lo menos para intentar no contagiarlo.
  • Consumir la mayor cantidad de líquido posible. A poder ser que sea en forma de agua.

Como ves, no tiene mucha dificultad encontrar una solución a este tipo de patologías. En cualquier caso, es importante que nos aseguremos de contar con la opinión de un experto a la hora de tratar un resfriado.