En la actualidad, recurrir a una cirugía bariátrica es una de las alternativas que se puede llegar a plantear una persona que por una causa o por otra, está sufriendo obesidad mórbida.

Sin duda, la mejor alternativa que se puede escoger es la de una dieta variada y equilibrada junto con una actividad física moderada pero, en muchas ocasiones, resulta muy complicado para el sujeto hacer ese cambio brusco y esta clase de cirugía es la mejor alternativa.

¿En qué consiste la cirugía bariátrica?

La cirugía bariátrica es una técnica que se ha ido perfeccionando cada vez más con el paso de los años. Está diseñada especialmente para aquellas personas que, por una razón u otra, tienen un tanto por ciento graso por encima del 35, lo que se conoce como obesidad mórbida.

Básicamente se trata de una operación donde se realizarán diferentes acciones para disminuir el tamaño de la cavidad gástrica, lo que derivará en una pérdida de peso por parte del paciente pues no será capaz de introducir en su estómago la misma cantidad de alimentos.

Claramente es una gran alternativa a la hora de combatir esta clase de problemas, sin embargo, no solo debemos centrarnos en ella para lograr nuestro objetivo. Para poder cumplirlo, resulta necesario acompañar este proceso con una buena alimentación y con la correspondiente actividad física que debería realizar una persona activa.

¿Cuáles son los principales tipos de cirugías?

No todas las personas que acuden al profesional sanitario con esta clase de problema se encuentran en la misma situación. Es por ello, que resulta posible proporcionar diferentes tipos de alternativas al paciente, de tal forma que pueda escoger la que mejor se adapte a sus circunstancias.

Gastroplastia vertical en banda GVB

Este tipo de operación tiene una estrategia muy clara y consiste en la provisión de una reserva gástrica de un tamaño relativamente pequeño, localizado en la parte superior del estómago. De esta manera, se puede crear una ventana gástrica.

Una vez realizada, se procede a delimitar una separación con el resto del estómago mediante la aplicación de diferentes capas de grapas. Gracias a estas, conseguimos aislar parte de la capacidad del estómago y por consiguiente disminuir la cantidad de comida que pueda ingerir el paciente.

Banda gástrica ajustable

En este caso, la estrategia que se va a seguir no es otra que la de colocar de forma estratégica, una banda localizada en la propia unión esófago-gástrica.

La principal ventaja que tiene esta clase de banda de gástrica es que es ajustable, de tal forma que en función de las características del paciente se puede ajustar de una forma u otra.
Manga gástrica

Especial para un tipo concreto de pacientes. La operación en sí se realiza desde unos 6-8cm del píloro hasta llegar al ángulo de His. Es decir, que está enfocada en su totalidad a la pared gástrica. Toda la parte del estómago que se ha manipulado y que por consiguiente, quede resecada, se extrae hacia el exterior.

Balon gástrico

Posiblemente sea el tipo de intervención más común o que al menos más personas ha oído hablar. Básicamente el procedimiento que se sigue es el de la introducción de un globo fabricado a partir de silicona y que llega a tener una capacidad de entre 400 y 900cc.

La finalidad o el objetivo que se persigue con este no es otro que el de rellenar parte de la capacidad del estómago para de este manera, conseguir que el paciente se encuentre saciado de forma más rápida y que, por consiguiente, ingiera una menor cantidad de comida.

Plictura gástrica

Por otro lado, cabe destacar que no todas las técnicas precisas de intervenir o modificar el estado del estómago. Mismamente mediante una plictura, resulta posible reducir el tamaño del estómago sin la necesidad de realizar ningún tipo de corte en el estómago.

¿Cuándo es recomendable someterse a un tratamiento como este?

Como bien os contábamos al comienzo de este artículo, este tipo de estrategias no pueden ser la primera opción de ninguna persona. Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que el tipo de dieta y de estilo de vida que llevamos es el adecuado y en caso de que no funcione, podríamos llegar a barajar alternativas.

En cualquier caso, los pacientes que podrían optar a esta clase de tratamiento son aquellos que cumplen:

  • Aquellos que tengan una edad de entre 18 y 60 años. Es importante dejar que el cuerpo se forme por completo antes de someterse a una intervención de este tipo.
  • El índice graso del paciente debe ser superior al 35 por ciento. Una persona que se vea con unos kilos de más en el espejo no tiene la necesidad de someterse a esta clase de operación.
  • Una vez la persona esté dispuesta a someterse a esta clase de operación, es necesario que tenga claro los efectos que va a sufrir. Es decir, que sea consciente de la situación en la que se encuentra y que no piense que por someterse a esta clase de operación puede seguir teniendo unos hábitos destructivos.
  • En el caso de tener problemas cardiovasculares.

Esta clase de operaciones aunque no lo creas son realmente peligrosas, por lo que asegúrate de consultar con un profesional si realmente necesitas someterte a una cirugía bariátrica.