Por norma general, una persona que sufre de dolor de cabeza utiliza el ibuprofeno para calmar el error. ¿Es la mejor opción? Depende.
Debido al uso tan generalizado que tiene a día de hoy este antinflamatorio, vamos a analizar en el siguiente post las diferentes funciones que puede llegar a tener y por consiguiente, los efectos que puede llegar a tener en el paciente por su uso continuado.
¿Qué es el ibuprofeno?
El ibuprofeno es un medicamento que se utiliza para combatir aquellas dolencias donde resulta necesario un antinflamatorio. En concreto, se trata de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que procede del ácido propiónico.
Aunque pueda parecer inofensivo, se trata de un medicamento que para poder conseguir debes de contar con una prescripción médica. Aunque sí que es cierto que se pueden encontrarse ejemplares con dosis más bajas, como la de 400 miligramos, para la cual no es necesario contar con una prescripción médica.
¿Para qué sirve?
Como venimos diciendo, se trata de un elemento clave a la hora de combatir procesos inflamatorios. Pero si especificamos un poco más, se trata de una gran alternativa a la hora de hacer frente a fiebres o dolores que no sean realmente críticos.
Además, en algunas enfermedades también se puede llegar a utilizar para combatir sus síntomas. Por ejemplo, aquellas personas que tengan artrosis e inflamación reumática pueden llegar a consumir este medicamento de forma continua.
¿Existe algún dolor donde sea preferible evitar este medicamento?
Como venimos diciendo, aunque parezca un medicamento totalmente inofensivo, son muchas las afecciones que quedan exentas y que no se deberían de tratar con este medicamento. Aunque, las que sí son recomendables son:
- Dolor generalizado en los músculos, ya sea por un traumatismo o por el hecho de padecer algún tipo de enfermedad.
- Dolor de cabeza. Es preferible no tomarlo de forma automática, sino que se intente solucionar el problema mediante otras vías naturales.
- En el caso de los problemas bucales también es una opción muy a tener en cuenta. Cabe destacar que la boca es una de las partes del cuerpo que más dolores y problemas puede provocar en el paciente.
- En el caso de las mujeres, durante el periodo menstrual puede llegar a ser una buena alternativa para combatirlo.Al ponernos malos y empezar un proceso gripal o simplemente o un catarro donde la garganta se vea afectada.
¿Si no tengo receta lo puedo tomar?
El ibuprofeno es un medicamento para el que es necesario contar con una prescripción médica. Sin embargo, cuenta con la peculiaridad de que depende de la dosis que se quiera tomar.
De esta manera, encontramos los de 400mg, que se pueden conseguir sin ningún tipo de problema en cualquier farmacia.
El motivo de ello no es otra que el efecto que tienen. Es un poco más leve que el resto, pero sigue siendo más que efectivo para tratar aquellas dolencias leves.
¿Qué dosis necesito yo?
La pregunta del millón. Si sabemos que hay diferentes medidas y que unas necesitan prescripción médica y otras no, ¿cuál debo coger?
La respuesta es bastante simple. Ten en cuenta que debemos de partir de la base de que cualquier medicamento, cuanto menor sea la dosis que tomemos, mejor.
Pese a ello, las dosis que se suelen recomendar son:
- Adultos: tomar entre 400-600mg con una frecuencia de unas ocho horas. Es decir, unos 3 comprimidos al día. Eso sí, en ningún caso se puede llegar a superar la dosis de 2400mg al día.
- Niños: en este caso, no existe una cantidad fija establecida, sino que será el propio peso del paciente el que lo delimite. Marcando así una ingesta de 20-30 gramos de producto por cada kilogramo del paciente.
Como puedes observar, el papel que desempeña esta clase de medicamento es clave para poder combatir ciertas patologías. En cualquier caso, cabe resaltar que aunque parezca inofensivo, se trata de un medicamento como cualquier otro, por lo que no se puede mezclar con más medicamentos y mucho menos con otros sustancias como puede ser el alcohol.
Pese a ello, con un uso responsable y, sobre todo, moderado, se puede llegar a combatir ciertos dolores puntuales que se originan en las persona, con la ingesta de un simple ibuprofeno.