La histeroscopia quirúrgica ha dado mucho que hablar recientemente. Posiblemente el motivo de esto no sea otro que el del gran avance que supone dentro del campo de la medicina. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que para llegar al punto en el que nos encontramos en la actualidad, se han tenido que cumplir ciertos objetivos que nos permitan conocer todo lo necesario.

Por tanto, si nunca habías oído hablar de este término o por el contrario, sabes de qué trata pero quieres conocer más sobre ello, ¡no te vayas porque este es tu artículo!

¿Qué es la histeroscopia quirúrgica?

Aunque no lo creas, examinar el aparato reproductor femenino no siempre ha sido tan sencillo como lo es en la actualidad. En concreto, la histeroscopia quirúrgica es un procedimiento que permite llegar a visualizar el cuello uterino, el cuerpo uterino por dentro e incluso se pueden visualizar las trompas de Falopio.

Gracias a ello, resulta posible estudiar la anatomía y el aspecto del aparato reproductor femenino a la perfección y por consiguiente, analizar cualquier tipo de síntoma o problema que pueda llegar a sufrir o padecer.

¿Existen varios tipos?

Como ya sabéis, el mundo se encuentra en un proceso de continua evolución. Sin ir más lejos, dentro de las histeroscopias se ha llegado a diversificar la forma en la que se realiza el proceso gracias a diferentes avances. De esta manera, podemos llegar a encontrar:

 Histeroscopia diagnóstica:

se trata de aquella cuya finalidad principal no es otra que la de evitar entrar en quirófano. Cualquier persona independientemente de la patología que tenga, no quiere entrar dentro de un quirófano por lo que esto puede llegar a suponer.

Por tanto, de esta manera, nos podemos asegurar de que la paciente obtenga un diagnóstico de forma totalmente indolora y que permita conocer el estado en el que se encuentra.

Para poder conseguirlo, la forma que utilizan los profesionales es mediante un histeroscopio de pequeño diámetro. Las principales ventajas que tiene este instrumento son que posibilita que el profesional tenga visión de la zona y en caso de que sea necesario, se pueden llegar a tomar pequeñas muestras.

Histeroscopia quirúrgica:

Aunque no lo creas, existen casos en los que la intervención quirúrgica no es negociable. En estos, los profesionales sanitarios se apoyan en instrumentos como el histeroscopio quirúrgico.

La diferencia principal que plantea frente al anterior, es que tiene un diámetro más grande y es por ello por lo que resulta necesario utilizar anestesia.

¿Para qué sirve?

De acuerdo, hasta aquí todo bien, sabemos que es la Histeroscopia pero, ¿en qué momentos se acude a esta?

  •  El cuerpo de la mujer puede presentar ciertos síntomas que nos avisen claramente de la necesidad de acudir a un profesional. Sin ir más lejos, a falta del periodo pueden llegar a ser algunas de estas alarmas.
  •  Por otro lado, existe la posibilidad de que algunas parejas tengan dificultades a la hora de conseguir quedarse embarazadas. De esta manera, este tipo de procedimiento puede llegar a ser muy interesante a la hora de encontrar el problema.
  •  De la misma forma, es recomendable realizar controles periódicos para controlar el estado en el que se encuentra el útero. Ten en cuenta que no es nada nuevo encontrar pacientes con pólipos, miomas e incluso hiperplasia.
  •  Por el contrario, existen otras parejas que no están dispuestas a tener un hijo, por lo que también puede utilizarse a la hora de controlar el estado de las trompas de Falopio.
  •  A la hora de retirar un DIU.

¿Cuál es el procedimiento que se sigue?

Para poder hacerlo de la manera adecuada, el proceso a seguir está totalmente pautado. Lo primero que se realiza es la colocación en la vagina de una herramienta capaz de ensanchar el canal para poder proceder a limpiarla tanto esta como el cuello uterino.

Una vez nos hemos asegurado de que la zona está totalmente limpia, procederemos a sujetar el cuello uterino con una pinza y se procede a introducir el histeroscopio en el interior.

¿Qué sucede? Que gracias a la iluminación y a la cámara de que tiene, posibilita que el médico pueda observar sin problema alguno el estado en el que se encuentra la paciente.

En ocasiones, puede llegar a ser un proceso un tanto molesto o doloroso. En caso de que sea así, la solución que suelen proporcionar a la paciente es mediante anestesia local en el cuello del útero.

¿Qué debo hacer una vez he sido operada?

Como después de cualquier tipo de intervención quirúrgica, resulta necesario un período de descanso para poder recuperar. Además, en este caso resulta necesario evitar las relaciones sexuales al menos hasta que el médico diga lo contrario.
Posiblemente, la paciente pueda tener algún tipo de secreción acuosa durante los primeros días, pero no tiene por qué preocuparse pues es algo totalmente normal después de haber sido sometido a un proceso de histeroscopia quirúrgica.