La importancia del certificado ce 2834 radica en la importancia de que el consumidor consiga un producto sanitario verdadero. Mejor dicho, que cumpla con las garantías que está buscando esa persona.

Claro, imagínate que por ejemplo, en época de pandemia se hubiese comercializado mascarillas que no son capaces de proteger a los consumidores del virus. Obviamente sería un grave problema y por ello se establecen este tipo de normas.
Independientemente de ello, sigue siendo posible adquirir mascarillas que no cumplan con los requisitos de seguridad pautados por las autoridades. Y te preguntarás, ¿cómo es posible a estas alturas de la película siga sucediendo esto?

Pues bien, la realidad es que los fabricantes saben muchos trucos y en este caso el que utilizan es el siguiente: envían sus mascarillas a Organismos Notificados con el objetivo de que puedan comprobar que sus ensayos cumplen con la UNE 149. De esta forma, permiten dar salida a todos estos productos de forma legal y evitando cualquier tipo de problema con las autoridades.

¿Cómo puedo comprobar si mi mascarilla cumple con el certificado ce 2834?

Sabiendo esto, surge la duda de cómo saber si nuestra mascarilla ha pasado todos los controles para tener el certificado ce 2834. No te preocupes porque vamos a analizar alguna de las formas que podemos utilizar para poder obtener esta información y verificar que el producto es totalmente seguro.

Realmente es muy sencillo. ¿Te has fijado que todas las mascarillas contienen un número de serie? Perfecto, en ese caso lo único que tiene que hacer para verificar el buen estado del producto, es comprobar los últimos 4 dígitos. Estos corresponden al organismo notificado que los homologa.

Por norma general, y para garantizar el buen estado del producto, los números que vas a encontrar suelen ser el 2163 y 2834. El resto se pueden consultar en la regulación 2016/425 sobre equipos de protección que recoge el portal de la Comisión Europea.

Cuando el etiquetado no es el adecuado

Puede darse el caso de que la forma en la que el fabricante o el organismo regulador, elabore las especificaciones del producto no sea la adecuada. ¿Cómo puede suceder esto?

Pongamos el siguiente ejemplo. Un día adquieres un paquete de mascarillas y a la hora de comprobar la seguridad de estas te das cuenta de lo siguiente: posee demasiadas certificaciones. Claro, en un primer instante puedes pensar que es bueno, es decir, que realmente se trata de un producto seguro. Sin embargo, la realidad del asunto es que no puede contener todas al mismo tiempo, por lo que algo está fallando.

No es un caso que vayas a encontrar con facilidad. Lo normal es que cuando tengas una mascarilla y pienses que no cumple con todos los requisitos de seguridad, lo que le va a faltar es sello de un organismo modificado.

¿Cuál es le proceso para que un fabricante pueda poner el marcado CE a una mascarilla?

Se trata de un proceso relativamente complejo donde es necesario que quede totalmente detallado todas las instrucciones. De esta manera, todas ellas quedan recogidas en el artículo 8 del reglamento.

Básicamente, podríamos decir que la totalidad del proceso de evaluación de la conformidad depende del tipo de EPI del que se trate. ¿Qué quiere decir esto? Pues que en función de los riesgos a los que pueda exponer el producto al consumidor, se categorizará de una forma o de otra.

Por tanto, de forma resumida y sencilla, el proceso sería el siguiente. Cuando el fabricante quiere comercializar un producto en el mercado, debe de verificar que realmente está fabricado siguiendo las condiciones de seguridad requeridas por las autoridades. Por tanto para poder verificarlo deberá adjuntar una documentación técnica donde se especifiquen todos estos parámetros de forma clara.

Además de ello, todos y cada uno de los productos deben pasar ciertos procesos de evaluación conforme a la tipología del producto. Una vez se obtenga una valoración positiva, se elaborará un un informe de evaluación donde se proporciona al fabricante el llamado certificado de examen UE.

Sin embargo, el proceso no termina ahí ya que será necesario tener un control constante sobre la producción. Más que nada por si en algún momento de la producción se modifican las condiciones del producto. Es decir, imagínate que durante el transcursos de la producción se produce una ligera variación de cierto elemento que modifica las condiciones del producto final. Todo esto debe estar regulado.

¿Existen otras especificaciones a tener en cuenta?

El reglamento europeo de EPI, pautas unas normas que no son de uso obligatorio, Vamos en otras palabras, que no son las únicas que se pueden utilizar, sino que existen más. Eso sí, independientemente de la que se utilice, siempre debe quedar demostrado la veracidad del producto.

Además, el proceso para conseguir cada uno de estos es similar al que ya hemos visto. Básicamente porque la finalidad es la misma, ni más ni menos.

Se trata de un tema bastante delicado pero realmente necesario para poder conseguir que los organismos obtengan un control sobre los productos que se van a comercializar. Por lo que a nuestro juicio sí que resulta necesario el certificado ce 2834.