A la hora de someterse a una operación para adelgazar, es muy importante tener en cuenta ciertos detalles. En primer lugar, como te puedes estar imaginando, es estrictamente necesario contactar con tu médico a la hora de valorar si realmente es necesario realizar esa clase de intervención.

En caso de que sí sea necesario, habrá que analizar todas y cada una de las variables. Por ello, en el siguiente artículo vamos a analizar todo los factores a tener en cuenta. ¡Empezamos!

¿Cuál es la finalidad de una operación para adelgazar?

Como su propio nombre indica, esta clase de cirugías están enfocadas en la pérdida de peso. Para poder conseguirlo, la forma en la que se suele recaer es mediante:

  • Ingerir menos comida: esto es algo que se consigue mediante un estímulo físico pues gracias a la operación la capacidad del estómago se ve seriamente comprometida, por lo que el paciente ya no podrá seguir comiendo la cantidad de alimento que venía haciendo.
  • Malabsorción: tras el proceso de cirugía, se pierde parte del intestino delgado, lo que puede llegar a provocar que el cuerpo no asimile de la misma manera las calorías y nutrientes.

¿Cuáles son los principales tipos de cirugía?

En función de las características personales de cada paciente, podemos optar por dos tipos de cirugía:

Cirugía de baipás gástrico en Y de Roux

En aquellos casos donde el objetivo principal de la operación es conseguir que el paciente reduzca su ingesta diaria, este tipo de cirugía es la mejor opción.

Consiste en una operación donde el propio cirujano se encarga de crear una pequeña bolsa dentro del estómago, de tal manera que resulte posible ingerir alimento pero con una capacidad totalmente reducida.

Una vez realizado este paso, se procede a cortar el intestino delgado a una distancia relativamente corta respecto a la parte principal del estómago, conectándolo con el nuevo saco.

¿Y qué sucede con la otra parte del intestino? Al seguir estando adherida al estómago, lo que se intenta es unirla más bajo. De esta manera, se consigue que los propios jugos digestivos se dirijan al intestino delgado.

Eso sí, con esta clase de operaciones la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes se ve claramente comprometida, por lo que hay que tener mucho cuidado.

Manga gástrica laparoscópica

En este caso, la solución que se plantea es mucho más radical que el caso anterior. El proceso consiste en separar parte del estómago y, una vez finalizado el proceso, extraerlo del cuerpo del paciente.

Será con la parte restante del estómago con la que se empiece a trabajar y es que se utiliza para formar una estructura con forma de tubo. Por tanto, la capacidad se va a ver totalmente comprometida.

Eso sí, a nivel hormonal nos vamos a encontrar con multitud de beneficios pues hormonas como la grelina, que afectan directamente a al nivel de apetito de la persona, serán segregadas, disminuyendo el nivel de hambre en el paciente.

Recomendaciones postoperación

Tras el proceso de operación es muy importante tener en cuenta que la pérdida de grasa debe realizarse de forma paulatina pues, en caso contrario, lo más probable es que la piel sobrante quede colgando.

Por otro lado, tras el proceso operatorio hay que diferenciarlo en varias fases:

• Fase 1: será necesario realizar una dieta estricta y basada en alimentos líquidos. Con el paso de los días podremos cambiar la densidad hasta llegar a purés.
• Fase 2: seguiremos con los purés que ya hemos introducido y comenzaremos a observar la evolución del estómago. Pues este periodo puede durar entre 3 semanas y 2 meses.

Una vez el paciente experimenta una clara mejoría puede comenzar a introducir ciertos alimentos de fácil digestión, pero de forma lenta y cuidadosa. Otras recomendaciones a seguir son:

  • Beber abundante líquido y comer de la forma más tranquila y relajada posible. Es importante no introducir porciones demasiado grandes.
  • Procura no comer y beber de forma simultánea. Es preferible que dejes un espacio de media hora desde la última vez que bebas, hasta que comiences a comer.
  • Evita ingerir pastillas de forma convencional. Tritúralas y mézclalas con líquido.

Como puedes observar, en cualquiera de sus variantes, se trata de una operación un tanto compleja tanto en el momento de la cirugía como después al afrontar la recuperación. Por tanto es importante contar con un buen asesoramiento a la hora de someterse a una operación para adelgazar.