Muchos de vosotros nos habéis preguntado sobre los ejemplos productos sanitarios más comunes. Realmente la duda es muy comprensible pues existe una alta variedad de ellos. Y no es para menos, tengamos en cuenta la multitud de tareas que hay que realizar a la hora de conseguir tratar una enfermedad o una lesión a un paciente.

Además de esto, la realidad es que el mundo avanza a pasos agigantados. En cualquier campo, por lo que el sanitario no iba a ser menos. Gracias a los diferentes avances tecnológicos que se desarrollan, muchos de los productos sanitarios que ya existían se han perfeccionado o en su defecto, han dado lugar a otros nuevos que engloban más aplicaciones.

Marco legislativo que regula los productos sanitarios

Para poder entender mejor los diferentes ejemplos de productos sanitarios, debemos analizar un poco las diferentes normativas que regulan estos productos en función de la utilidad que tienen:

  • El Real Decreto 1616/2009, de 26 de octubre. La finalidad que tiene es la de elaborar todas las normas necesarias para poder mantener un control sobre todos aquellos productos que son denominados como implantes activos.
  • El Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, cuya finalidad es regular todos los productos sanitarios.
  • El Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre, que se encarga de regular todos los productos cuyo funcionamiento se basa en el diagnóstico in vitro.

Parece una tontería, pero realmente es importante pautar una serie de normas en función del tipo de producto que se trate. Es decir, no se puede regular de la misma manera un bisturí que una silla de ruedas.

Ejemplos de productos sanitarios

Bolsas de sangre

Se trata de un producto que está diseñado expresamente para poder contener un cierto volumen, pauta previamente, de componentes de la sangre. Estos pueden ser de dos tipos:

  • Glóbulos rojos
  • Plasma

La finalidad que se persigue con las bolsas de sangre es la de administrar a los pacientes los cuidados terapéuticos necesarios que ha diagnosticado un doctor previamente.

Estimuladores musculares

Los estimuladores musculares son dispositivos electrónicos que permiten ejercitar uno o varios grupos musculares mediante la aplicación de impulsos eléctricos. Mediante estos, se consigue imitar el mismo efecto que se produce con una acción del sistema nervioso central a nivel orgánico.

En otras palabras, mediante este tipo de productos, lo que se busca es que el paciente pueda tener contracciones en el músculo. Por norma general, se utiliza a modo de rehabilitación cuando el paciente no puede mover durante un periodo continuada alguna articulación.

Equipos de rayos X

Los equipos de rayos X siempre han generado mucho controversia debido al impacto que puede generar en la salud de las personas que se encuentran cerca de ellos.

Sin embargo, se trata de un dispositivo que consta de una ampolla de cristal donde se hace el vacío, y donde se depositan dos electrodos sometidos a una alta diferencia de potencial llamados ánodo y cátodo.

Una vez se emiten los electrones por un filamento en el cátodo, llegan al ánodo de forma muy rápida y brusca, de tal forma que impactan son sus átomos y como consecuencia se genera la emisión de rayos X. Este proceso es la base de todos los aparatos de radiodiagnóstico que utilizan radiaciones ionizantes.

La estructura que sigue por norma general es:

  • Elaboración en vidrio.
  • Vacío de 10-4 atm.
  • Longitud de 20 a 35 cm.
  • Diámetro de 15 cm.
  • En la zona de la ventana, el cristal tiene un espesor un poco más reducido.
  • Formado por uno o dos filamentos.
  • Emisión termoiónica que aumenta a medida que aumenta la corriente del filamento.

Máquinas de anestesia

Se trata de un dispositivo médico cuya finalidad es generar y mezclar un flujo de gas fresco con gases médicos y agentes anestésicos por inhalación con el fin de inducir y mantener la anestesia.

No se utiliza de forma individual pues puede suponer un peligro, sino que se acompaña de un respirador artificial, un sistema de respiración, un equipo de succión y dispositivos de monitoreo del paciente. De esta manera podemos conseguir tener un mayor control sobre cómo esta evolucionado el paciente en tiempo real.

Audífonos

Los audífonos son aparatos electrónicos que depositan en el interior o detrás de la oreja. La finalidad que se busca con ellos, es que se puedan amplificar ciertos sonidos, y al hacerlos más fuertes se hace más fácil escucharlos. De esta manera, personas de elevada edad pueden disfrutar del sonido de una canción o de escuchar a sus seres queridos.

Básicamente, el audífono está formado por tres partes:

  • Micrófono
  • Amplificador
  • Bocina

El mecanismo que utiliza es el siguiente: recibe los sonidos a través de un micrófono que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. Todas estas señales son transferidas a un amplificador que aumenta tanto la fuerza como el alcance.

Existe muchos ejemplos más, sin embargo nosotros nos hemos quedado con estos. En caso de que quieras que analicemos más ejemplos productos sanitarios no dudes en contactarnos.