La plancha de electrobisturí es uno de los productos sanitarios que más se utilizan. Es más, para que os hagáis una idea de la importancia que tiene, prácticamente en cualquier tipo de intervención quirúrgica es necesario su utilización. No vamos a poner una cifra en concreto porque lo más probable es que nos equivoquemos, pero la realidad es que se utiliza en la mayor parte de los casos.

Los motivos que han llevado a los profesionales a escoger este producto en prácticamente cualquier tipo de operación los veremos a continuación. Por tanto, en caso de que quieras saber más sobre la plancha de electrobisturí no te vayas, ¡estás en el lugar correcto!

¿Qué es una plancha de electrobisturí?

Para poder entender a la perfección de lo que estamos hablando, es necesario que entendamos perfectamente la definición que se suele dar. Básicamente se trata de un producto que posibilita transformar la energía eléctrica en calor. Y te preguntarás, ¿para qué?

Pues verás, gracias a esto, resulta posible cortar e incluso eliminar cualquier tipo de tejido, como por ejemplo el blando.

El método o la forma mediante la cual se consigue este fenómeno es a través de corrientes que se encuentran por encima de los 200.000 Hz. ¿Ya son bastantes verdad? No interesa aumentar más esta cifra pues en ese caso se puede comprometer el funcionamiento de los procesos nerviosos.

¿Cuáles son las partes que conforman los electrobisturís?

Como te puedes imaginar, para poder conseguir que el procedimiento explicado anteriormente se realice de la manera correcta, es necesario contar con diferentes partes. Cada una desarrolla una función específica y en caso de que fallase, no sería posible utilizar ese producto pues estaría defectuoso.

Las principales partes que podemos encontrar a simple vista son:

  • Indicadores que nos muestran los diferentes modos de operación.
  • Marcadores para saber la cantidad de potencia que se está utilizando.
  • Electrodos.
  • Interruptor de pie.

¿Cómo funciona exactamente?

Está muy bien decir que se trata de un producto capaz de generar calor para poder cortar tejidos pero, ¿cómo lo hacen?

Pues bien, para poder realizar esta conversión, lo primero de todo es obtener una fuente de energía, en este caso eléctrica. Una vez obtenemos dicho flujo de energía, hay que transformarla en una corriente continua de tal forma que se consiga transportar la energía a todos y cada una de las partes del aparato.

El proceso de transformación se realiza a través de diferentes módulos. En concreto a través del módulo oscilador de radiofrecuencia y el de coagulación de la señal moduladora. El resultado de ambas, sale a la luz a través del lápiz que se utiliza para la cirugía.

¿Es totalmente seguro?

Atendiendo al proceso que hemos visto anteriormente, por lo menos a mí, se me genera la duda de si esta clase de aparatos cuenta con algún sistema a la hora de proteger al profesional que la utilice.

La realidad de esto es que existen diferentes sistemas que se encargan de avisar en caso de que algo no funcione correctamente. Por ejemplo, en la gran mayoría de casos, cuentan con diferentes sistemas tanto luminosos, como acústicos, para avisar al profesional en caso de que algo no funcione correctamente.

De esta manera resulta posible evitar cualquier tipo de accidente o de percance tanto en el propio profesional como en el paciente.

Como opción drástica, cada aparato cuenta con un sistema de desconexión repentina. El momento en el que se suele utilizar suele ser cuando se produce un sobrecalentamiento del sistema. De esta manera, antes de que provocar quemaduras en el paciente o en el mismo profesional, se apaga el aparato.

Conclusiones

Tras estudiarlo un poco más detenidamente, creo que ya podemos entender el motivo por el que esta clase de aparatos se utiliza en la mayor parte de procedimientos. Desde Índico somos conscientes de ello y por eso contamos con los mejores profesionales a la hora de proporcionar el mejor asesoramiento posible en caso de que quieras adquirir una plancha de electrobisturí.