Aunque pase un poco desapercibido, el material no fungible sanitario realiza una labor bastante importante a la hora de tratar a los pacientes que acuden a un centro médico con algún tipo de patología. No solo para ellos, que también, sino que para la propia institución resulta interesante contar con esta clase de productos ya que permiten tener mejor estructurada la demanda de trabajo.

Para que lo entiendas mejor, vamos a poner un pequeño ejemplo. Un ejemplo de material fungible son los colchones que se utilizan en las camas de los hospitales. Parece una tontería pero realmente desempeña una labor estupenda. Por un lado, `para ciertos pacientes que necesitan estar en reposo absoluto es clave. Por otro, para los pacientes que acuden al médico por una dolencia, ayuda a que se encuentren mejor ubicados y que por consiguiente no colapsen el propio centro.

A lo largo de este artículo vamos a analizar este tipo de materiales con el objetivo de entender mejor la labor que realizan y comprobar si realmente merece la pena contar con ellos.

¿Qué es el material médico no fungible?

Para poder entender mejor la importancia que puede llegar a tener esta clase de material, vamos a analizar qué es. Se trata de unos materiales u instrumentos que mediante su propio uso no se desgasta o al menos tiene un periodo más bien largo de amortización. Como te puedes imaginar, en el ámbito hospitalario existe un gran número de instrumentos que simplemente por su uso tienen una vida útil corta. O al menos comparado con otro tipo de elementos.

Tipos de material médico no fungible

Dada la amplia variedad de procedimientos que hay que realizar a la hora de tratar las enfermedades o lesiones con las que acuden los pacientes a los centros médicos, te puedes imaginar que la variedad de materiales que vamos a encontrar es bastante amplia.

Entre los diferentes tipos que podemos poner, nosotros nos quedamos con:

  • Material desechable usado en terapia intravenosa
  • Apósitos y vendajes
  • Material de protección para el profesional y el paciente
  • Cobertura desechable para el propio inmobiliario y el quirófano
  • Guantes de exploración y cirugía
  • Desinfectantes para la piel

La importancia de los colchones

Hemos visto anteriormente un ejemplo en el que explicábamos un poco la importancia que tiene esta clase de material. Sin embargo, en este apartado me gustaría profundizar un poco más en ello.

Por norma general, los colchones que están destinado a los pacientes ingresados en hospitales son fabricados con espuma de poliuretano. Además, llevan una funda hipoalergénica ignífuga y que se desenfunda para ser retirada y cambiada tras pasar un tiempo determinado.

Eso sí, debemos de tener en cuenta la tipología del colchón y los procedimientos o mantenimientos que hay que darle. Para que lo entiendas mejor, si el núcleo del colchón de espuma lleva un tratamiento ignífugo M2 o M3, la protección la obtiene mediante su funda, la cual será M1.

Medidas

En esta clase de centros como te puedes imaginar, el tipo de colchones que vamos a encontrar no es igual que el de una casa. Es decir, en ningún momento vas a ver una cama de matrimonio en mitad de un hospital.

Por norma general, las medidas estándares de los colchones hospitalarios son por lo general y en su gran mayoría de 90×190 cms y con un espesor de unos 15 cms.

Eso en cuanto a medidas, pero en cuanto a otras cualidades como la firmeza, por norma general si tenemos que establecer una medida del 1 al 10, suelen oscilar en torno al 6 y al 7. El motivo de esto es por que debe ser una medida estándar, de tal forma que se adapte a las condiciones medias de cualquier persona. Aun así, se trata de una valoración un poco subjetiva porque cada persona puede tener una percepción diferente.

Mantenimiento

De acuerdo, ya sabemos como suele ser el tipo de colchón que nos encontramos en un hospital. Sin embargo, no hemos analizado las diferentes actividades que se realizan para conseguir que esta clase de material mantenga una higiene apta para ser utilizado por cualquier persona que acude a un hospital.

En este caso, para conseguir unos buenos niveles de higiene, es necesario tener un buen mantenimiento de las fundas.

Las fundas pueden ser de dos clases diferentes:

  • Fundas con cremallera, las cuales se retiran y se lavan.
  • Fundas integradas con el núcleo del colchón de forma fija en forma de sellado térmico.

En definitiva, parece una tontería pero realmente dentro de un centro de salud podemos encontrar infinidad de instrumentos que requiere de un mantenimiento diario para poder conseguir ayudar a las personas que acuden. En caso de duda, te recomiendo que te pongas en contacto con nosotros y nos encargaremos de hablarte más y mejor sobre el material no fungible sanitario.