Si alguna vez a lo largo de tu vida te han hablado sobre insumos hospitalarios y no sabías exactamente a qué se referían, no te preocupes porque este es tu artículo.
¿Qué es un insumo hospitalario?
Atendiendo a la definición, podemos entender a los insumos hospitalarios como los productos que permiten a los profesionales de la salud atender y controlar a los pacientes para que se puedan recuperar.
En otras palabras, podemos categorizarlos como los encargados de que la intervención de estos profesionales sea mucho más efectiva y se puedan curar a muchos más pacientes. Es más, gracias a ellos resulta posible reducir el número de desperdicios además de proporcionar información que permita agilizar los procesos.
¿Cómo escoger los insumos hospitalarios?
Imagino que a lo largo de tu vida hayas ido a comprar algún producto muy convencido de que era el adecuado y posteriormente te has dado cuenta que escogiste mal. Pues bien, esta clase de productos no se quedan exentos. La diferencia es que no es una brocha con la que te puedes equivocar, sino que se trata de un producto del que depende un paciente.
Por lo tanto, a la hora de comprarlos es necesario tener en cuenta:
Validez
Esta clase de productos deben de pasar multitud de controles para demostrar que se encuentran en óptimas condiciones. Quizás por el tiempo, o por las condiciones en las que se almacene o transporte, puede verse modificado. Por lo tanto, es fundamental comprobarlo.
Controlar los movimientos
Para poder tener un flujo de productos adecuado en el que no salgan más de lo que hay o entren más de los que se necesitan, hay que llevar un control. El objetivo que buscamos en este punto es el de optimización por parte de la empresa, de tal forma que sepamos cada cuanto tiempo debemos hacer un pedido.
Almacenamiento
Como ya hemos insistido en entradas posteriores, el almacenamiento es una de las partes del propio proceso que tienen los productos sanitarios. Por tanto, se encuentra totalmente regulado para garantizar que se mantienen intactas las condiciones de este.
Es conveniente que cuando vayamos a tratar con el proveedor, analicemos muy bien cual es la forma en la que se van a almacenar los productos, pues en ciertos casos nos ayudará a elegir si realmente nos interesa o no.
Control de los productos
Existe la posibilidad de que aunque el producto se encuentre en las condiciones señaladas, no cumpla con la función que debe desempeñar. Es decir, tengamos en cuenta que esta clase de productos, se utilizan siguiendo unos parámetros previamente establecidos, no son estándar.
Por tanto puede darse el caso de que no podamos utilizarlo porque se necesita una dosis en concreto. Para evitarlo, hay que comprobar en las etiquetas la información que proporciona el fabricante.
Confianza
Como cualquier empresa, contar con un proveedor con el que tener confianza resulta clave a la hora de hacer crecer el negocio. Sin duda, las prestaciones que pueda proporcionar un proveedor fiable no se pueden comparar con las de un proveedor que lleve las gestiones más descontroladas.
En el caso de la industria sanitaria, las roturas de stock son impensables y los proveedores deben ser conscientes de eso.
Además, debe ser capaz de proporcionar los certificados necesarios para garantizar la calidad de todos los productos, así como la información necesaria. Tengamos en cuenta que están en juego la seguridad y la salud de los pacientes.
¿Cuáles son los beneficios de contar con un buen proveedor?
- Nos aseguramos de contar con una fuente fiable, que pueda responder ante cualquier tipo de problema con diferentes alternativas. Eso sí, siempre manteniendo la calidad del producto y de forma eficiente.
- Tranquilidad. Ya no para el propio empresario, que también porque debe estar al tanto de muchas cosas y el proveedor no tiene porqué ser una de ellas si este lo hace bien. También para los propios usuarios que vayan a tratar con el producto.
- Que no se produzca bajo ningún tipo de circunstancia una rotura de stock. Dentro del sector sanitario es inviable quedarse sin productos pues a diario son miles las personas que se debe tratar. Ya sea por una herida, por una enfermedad o por cualquier tipo de urgencia.
- Posteriormente a su uso, resulta conveniente que estos productos se desechen de la manera correcta. Esto quiere decir, que no se pueden tirar en cualquier depósito, sino que cuenta con un proceso específico para garantizar la higiene y la seguridad de las personas.
Para que nos entendamos, no puedes tirar una jeringuilla al mismo sitio donde vas a tirar un resto de bocadillo. Es inviable porque la persona que lo vaya a recoger puede dañarse.
Sin duda, se trata de un tema que da para mucho. Son muchas variables las que debemos tener en cuenta y desde Índico, asesoramos a nuestros clientes para que sean conscientes de todas las variables y puedan conseguir los mejores insumos hospitalarios posibles.