Aunque no lo creas, un instrumento médico para auscultar es algo totalmente necesario en cualquier centro médico. Ten en cuenta que la primera medida que se suele utilizar a la hora de encontrar un primer diagnóstico, es la auscultación.
¿Pero es tan fácil como parece? Aunque nosotros solo veamos a un profesional utilizando un aparato para poder tener una idea de cómo está funcionando el cuerpo del paciente, la realidad es que cuenta con un proceso detrás que permite realizar esta función.
Si estabas buscando la información necesaria para poder entender este proceso, no te vayas, ¡empezamos!
¿Qué es un instrumento médico para auscultar?
Desde bien pronto, esta clase de instrumentos han sido utilizados por los profesionales sanitarios para poder obtener un diagnóstico del paciente. Para ello, se tienen en cuenta diferentes parámetros como sonidos cardíacos e incluso con la propia respiración.
También conocido como estetoscopio, se trata de un aparato fundamental dentro del sector sanitario. Tal es así, que se ha convertido en uno de los productos referentes a la hora de conseguir un diagnóstico de forma rápida y eficaz.
¿Pero cómo ha sido su evolución?
Para que te hagas una idea de la relevancia que ha tenido este producto, podemos llegar a encontrar estetoscopios desde el año 1816. Aunque, como te puedes imaginar, eran muy diferentes a como son a día de hoy. ¿En qué han cambiado?
Primeros modelos
Si echamos un vistazo al pasado, podemos comprobar como ya solo el aspecto físico del aparato es un tanto diferente. En el pasado, la forma de este producto era totalmente cilíndrica. Uno de los extremos se colocaba en la superficie del paciente y por la otra se escuchaba.
Evolución
A partir del inicio, este tipo de aparatos ha ido evolucionando en función de los diferentes avances y estudios que se iban realizando. Para que te hagas una idea, la estructura del producto ha ido cambiando hasta conseguir un diseño mucho más sofisticado y sobre todo, mucho más eficiente.
¿Cuáles son los principales tipos de estetoscopios?
Clásico
La finalidad que tiene este aparato no es otra que la de conseguir un diagnóstico del paciente a nivel cardíaco, pulmonar e incluso abdominal. La forma en la que consiguen esto es a través de los sonidos que emite el propio cuerpo.
Para identificarlo, simplemente tenemos que tener en cuenta que está formado por una campana cuya función no es otra que la de conseguir la mayor acústica posible. Como consejo en caso de que estés interesado en comprar uno, es muy importante comprobar el grosor que tiene, más que nada porque puede influenciar en la acústica de esta. Además, esta medida puede influir en el tipo pues:
Para adultos: la campana debe ser mucho más grande.
Pediátricos: tamaño medio.
Neonatales: pequeño tamaño.
Inteligente
Se podría decir que es la siguiente evolución al clásico. Sin embargo, en este caso puede llegar a aportar muchas más funcionalidades que las que aporta el clásico. Como por ejemplo:
El sonido se escucha mucho mejor y mucho más nítido.
Se puede grabar la prueba para valorar ciertos sonidos que en directo no se pueden detectar.
A su vez, se puede enviar la prueba en el caso de que el profesional que lo evalúe no sea capaz de sacar un diagnóstico.
Cambiar las campanas en función del tipo de paciente.
Incluso llegar a emitir un fonocardiograma para poder evaluarlo mejor.
Conclusión
El mundo de los productos sanitarios es un tanto complejo. Como veis, existen multitud de productos y dentro de ellos a su vez, multitud de variables que pueden determinar si el uso que se le da es el adecuado o no. En cualquier caso, desde Índico somos conscientes de ello y contamos con los mejores profesionales para ayudarte a escoger el instrumento médico para auscultar que mejor se adapte a ti.