La anestesia general es un producto muy utilizado a día de hoy en prácticamente cualquier operación que se realice en el quirófano. Sí que es cierto, que en función de la gravedad o complejidad de la operación, se puede valorar que esta sea general o local.
En cualquier caso, el uso que se le da es crucial a la hora de garantizar el bienestar del paciente y que no sufra en el momento en el que el profesional comience a realizar la operación. Así como asegurar que el paciente no se mueve y que el médico pueda trabajar de forma segura, sin ocasionar ningún tipo de daño o problema a mayores.
¿Qué es la anestesia general?
Atendiendo a la definición, conocemos la anestesia general como aquella sustancia que posibilita que un paciente adquiera un estado de inconsciencia, inmovilidad y protección durante el proceso en el que se realiza una intervención quirúrgica.
¿Cuáles son los efectos que tiene en el organismo?
El método de actuación que siguen estos productos deriva en tres focos diferentes:
- En el sistema nervioso central, de tal forma que la actividad neuronal.
- En la estructura muscular del paciente, de tal manera que no se activen las fibras musculares en el momento en el que se actúa sobre ellas pues se pueden causar daños a mayores.
- Bloqueo de las vías nerviosas, de tal forma que el paciente no llegue a experimentar dolor en ningún dolor a lo largo del proceso.
¿Existe un responsable de verificar que este proceso se realice correctamente?
Como te puedes imaginar, esta clase de proceso son un tanto complejos y precisan de un responsable que cuente con la experiencia y los conocimientos necesarios como para evitar cualquier tipo de riesgo en el paciente.
Concretamente, las personas que son especialistas en este campo son aquellas que han estudiado Anestesiología y reanimación. En cualquier caso, no solo se dedican a esto y es que también deben llevar a cabo un control durante todo el proceso operatorio de tal forma que el paciente nunca entre en una situación peligrosa o de descontrol.
¿Cómo se puede llegar a controlar este proceso?
Los anestesistas cuenta con una amplia formación y con una gran cantidad de conocimientos, pero eso no quiere decir que sean capaces de identificar por sí solos el estado en el que se encuentra el paciente luego de haberse sometido a una anestesia general.
Es por ello, que cuentan con diferentes máquinas o instrumentos que se encargan de ello. Por tanto, mediante una monitorización de la función respiratoria, tienen la capacidad de controlar de forma constante la oxigenación y la eliminación de CO2 que tiene el paciente.
De la misma manera, se puede controlar la función cardíaca a través de diferentes instrumentos como los electrocardiogramas o la tensión arterial.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de suministrar la anestesia?
Tengamos en cuenta que a la hora de suministrar esta clase de sustancia, es importante tener un conocimiento sobre el estado del paciente. Esto quiere decir, que para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente, resulta necesario estudiar el expediente clínico del paciente, de tal forma que se conozca el estado de sus órganos o las afecciones que ha llegado a tener en un pasado.
¿Y después de la operación?
Así como hay que tener en cuenta ciertos parámetros de forma previa a la operación, una vez esta se realiza, hay que seguir ciertos procedimientos que garanticen una buena recuperación al paciente.
En concreto, el procedimiento a seguir una vez finaliza la intervención, no es otro que el de trasladar al paciente a las Unidades de Reanimación. En estas, se sigue controlando con ayuda de máquinas y diferentes utensilios, el estado del paciente.
De esta manera, resulta posible analizar cualquier tipo de problema o que surja de forma posterior a la operación.
Riesgos de la anestesia general
Cualquier tipo de procedimiento que esté relacionado con una intervención quirúrgica va a tener un cierto grado de dificultad o de peligro. En el caso de la anestesia general, las posibilidades de que ocurra un problema son muy pequeñas pero, pese a ello, siempre cabe la posibilidad.
Ten en cuenta, que precisamente el papel de la anestesia general no es otro que el de conseguir que se disminuya el riesgo de cara al paciente, además de los propios equipos médicos.
De todas formas, cabe destacar que esto no siempre fue así y es que como todo, la anestesia general ha ido evolucionando hasta llegar al punto donde estamos hoy. Y es que en el pasado, sí que podía llegar a ocasionar mayores problemas.
Problemas concretos
Uno de los problemas más comunes en el pasado, relacionados con este tema, eran las alergias. Aunque no lo creas, cabe la posibilidad de que el paciente sea alérgico a la anestesia, lo que puede llegar a causar ciertos problemas durante la operación.
En cualquier caso, se trata de un producto muy utilizado actualmente y que realmente ayuda a los profesionales a realizar su trabajo de forma satisfactoria y al paciente a no sentir dolor mediante la anestesia general.